lunes, 19 de mayo de 2014

Concurso de Música de Cámara de Baza, Granada.

" Yo creo que la base fundamental del arte es la libertad" ( Anton García Abril  1933 - ) 






     Una experiencia memorable asistir a la pequeña ciudad de Baza para participar en el  Tercer concurso Antón García Abril de música de cámara. Que se desarrollo durante el 15 y el 17 de Mayo. Los ganadores fueron el dúo de violín y piano "Insieme", con el violinista ruso Eldar Nagiev y la pianista rusa Yara Shabdanova. El segundo y tercer premio quedaron "exaequo" pues vale la pena anotar que el nivel fue muy alto y la decisión del jurado debía estar muy ajustada.Pero queremos contarle un poco como fue toda la vivencia.




     Cuando decidimos emprender el camino para prepararnos para este concurso, lo hicimos para conocer mejor nuestras capacidades. También con el planteamiento de mejorar dos obras que nos encantan dentro de nuestro repertorio: el Fantasiestücke de Schumann y la sonata en Mi menor de Brahms. ( Ojalá hubiéramos podido ganar, pero fueron justos ganadores dicho dúo, que nos dejó a todos boquiabiertos desde la primera nota. ) Ambas piezas estuvieron preparadas a conciencia. Decidimos además ensayar todos los sábados, en un buen piano como el que nos ofreció el ayuntamiento de San Cristobal de la Laguna, que se encuentra en una sala del Ex Convento Santo Domingo. Dado que el piano vertical en el que solemos trabajar no favorece a  todas las necesidades sensitivas que Noemí exprime de una obra. Eso nos llevo a perfeccionar aún más interpretación.



      Pero necesitábamos unos oídos externos que juzgaran la proyección del conjunto. Es aquí donde Emilia Tallo, profesora de piano del conservatorio de Santa Cruz de Tenerife, aporta toda la sabiduría recopilada en años y nos la transmite con toda su pasión. Sacando tiempo personal para ayudarnos. Y conseguir así pulir del todo las obras.


    EL viaje de ida fue un poco tortuoso. También el de vuelta pero algo menos. Nuestro avión no salió  a las 9 am por problemas meteorológicos y llegamos a Madrid con 4 horas de retraso. Perdimos la conexión con Málaga por lo que lo único que nos ofrecía la aerolínea era llegar en el AVE ( casi lo perdemos si no hubiera sido por aquel taxista que nos hizo una demostración de F1 con su Honda Civic ) . Al llegar a Málaga a las 21h salimos corriendo a coger el último autobús para Baza que salía 15 minutos después. Ya de camino al ciudad granadina, el hostal nos llama y nos cancela la reserva pues no puede esperar por nosotros, por lo que decidimos bajarnos en Granada capital a las 00h  y dormir ahí. El primer autobús hacia Baza salía a las 6.30am por lo que era a penas tuvimos para dormir 4h y media ( pues tuvimos que localizar donde pasar la noche etc etc ).  Al llegar a la estación de Baza a las 8h am pudimos encontrar rápidamente un lugar donde dormir gracias a uno de los taxistas del lugar. Debíamos estar a las 12am en el Conservatorio por lo que decidimos deshacer maletas dormir una hora y subir a escena.  Debemos decir que el trato, la gente, la organización, los compañeros y todo fue estupendo. Y aunque nuestra cara y humor de cansados, del primer día, debía de ser notoria, la amabilidad y las personas que nos trataron redoblaron sus esfuerzos por ayudarnos.
A pesar de todo el momento escénico salió muy bien. Arrancamos algo tímidos pero finalizamos con toda la energía de la ilusión que llevábamos  dentro.

     Esta experiencia fue riquísima en aceptación y apreciación.  Grupos de cámara de toda Europa se presentaron a un altísimo nivel. Enseñándonos todas las posibilidades sonoras posibles en cada formación. Todos los grupos merecieron una mención. Aunque no todos estuviéramos a la misma altura como para ganar. Y sin duda la riqueza expresiva era latente en todos. Es decir, un placer para el oído de los oyentes en el público.



    También compartir conversación de anécdotas y opiniones con dos grandes de la música en España como el maestro y director de orquesta Enrique García Asensio y el gran compositor de " El hombre y la Tierra" además de un número de opus admirables en la música clásica, el señor Anton García Abril, ha sido de las cosas que no se olvidarán jamás. Además de alentarnos a continuar y a seguir haciendo música nos han dejado en el recuerdo esa personalidad amplia de ambos. Y esa humanidad emocional que en los músicos más veteranos se transpira.