miércoles, 4 de marzo de 2015

" Sueños entre Tierras Altas " de Cecilia Diaz Pestano



Cecilia es una joven y brillante compositora de nuestras Islas Canarias. Emprendedora, valiente y un sobresaliente talante desprende desde sus primeras palabras. No niega un desafío ni una colaboración. Apostando todo por el arte, todo por la música. Su música ya tiene un carácter curtido. Una homogeneidad expresiva e musical de principio a fin. La búsqueda y el encuentro con nuevos e interesantes logros sonoros está garantizado en cada escucha. "Sueños en Tierras Altas" no hace si no reafirmar la artista que lleva dentro.


     Esta obra escrita para el proyecto " Mapa Sonoro ", es otra gran creación que contrasta con las demás partituras seleccionadas. Escrita en un solo movimiento, su expresión está en los clímax que logra la autora en las 3 partes que se puede dividir esta pieza musical.  Tiene pues una estructura de LIED ( A- B - A ) con una pequeña coda para finalizar, como pequeño guiño a la introducción de la obra, qué posee 37 compases.  Dicha parte suspende el tempo con grandes  pedales armónicos desarrollados por el violonchelo o por las notas tocadas ( de diferente manera ) en el arpa del piano. Pero el discurso no cesa por parte de ninguno de lo componentes pues la negra marca 100. Incluso en los momentos más recitativos de la obra. Esta introducción nos lleva a un mundo modal, épico e inestable. Donde cada efecto señalado busca la reacción de la atmósfera con los músicos y el público. El misticismo sobre vuela la música.  
     Entramos en el tema A que contrasta por completo con la introducción. El ritmo  de  12/8 rebota por todos lados. Creando muchas vibraciones y sobretodo mucho movimiento. Los unísonos homogeneizan la dirección de las frases. Una lucha entre el piano y el violonchelo se suceden. Cambio de dinámicas constante. Y el modo griego frigio jugando con la tonalidad de Do mayor. ¡ El chelo como instrumento de percusión ! Y todo para llegar de nuevo a una paz reflexiva y que suspende el tempo nuevamente. Es la B. Una modulación a  Re bemol mayor o menor , pues no queda claro con la melodía,  logra una tensión ambiental mucho más incisiva que la prolongada introducción. La melodía tocada en el arpa del piano nos transporta al mundo etnológico. Su penta-tónica podría ser el canto de muchas y distintas civilizaciones de nuestro planeta. Dejando así al espectador  imaginar donde le transporta. 

La vuelta a la A es más larga que su antecesora. Pues desarrolla una pequeña modulación a La menor y vuelta a la tonalidad de Do mayor. El ritmo de tresillos se vuelve más incesante . Las olas de dinámicas entre Piano y Forte se vuelven más rápidas y cortas. Y todo parece indicar que el unísono del compás 136 cerrará la obra. Pero no será así. Lo hará la pequeña coda que ya nombramos.


     Para nosotros ha sido muy gratificante el trabajo desarrollado hasta montar la obra de Cecilia. Descubrir cada color o buscarlo, es toda una aventura apasionante para cualquier músico. Las palabras de gratitud hacia ella no tienen fin. Y debemos decir que su capacidad de creación nos dejo bastante perplejos al apenas empezarla y terminarlas en semanas.  Esta compositora canaria ... promete.