miércoles, 9 de abril de 2014

Beethoven Sonata Op.5 en Fa Mayor Nº1 para violonchelo y piano


" La música es una revelación superior a toda sabiduría y filosofía, es el vino de una nueva procreación, y yo soy Baco, que prensa este vino tan glorioso para los hombres y los emborracha con el alcohol. " ( Ludwig Van Beethoven 1770 - 1827 )






    La importancia de esta obra es de gran relevancia dentro de la historia de la música de cámara y de la coyuntura piano - violonchelo. Es sin duda la primera en poner al violonchelo como un instrumento solista al lado del piano. Y no como el mero papel de bajo continuo o apoyo armónico. No se conoce una aportación como esta, de algún otro compositor anterior a Beethoven, por lo que podemos decir que ya empezó a revolucionar en la creación de las formas y los sonidos creando nuevos ensambles.

    En 1792 Ludwig Van Beethoven, hijo del tenor Johann y nieto del maestro de capilla de Colonia Ludwig Van Beethoven, se traslada definitivamente a Viena, capital de la música ya entonces, intentando emprender su vida como pianista y compositor. En aquellos momentos el Archiducado de Austria estaba reinado por Leopoldo II. La guillotina ya sonaba por aquel entonces en la Concorde ( París ) y el monarca temía a la revolución que había estallado tres años antes y se estaba propagando por Europa. Por lo que Viena se había convertido en una ciudad un poco más conservadora con las aportaciones modernas. Es de entender que todas las innovaciones beethovenianas se fueran mostrando poco a poco y sobretodo en sus trabajos más íntimos como las sonatas para piano. Y menos de cara al público como las obras de cámara. Hasta que empezara la época de la Europa de Napoleón. Este mismo año de su llegada a la ciudad, el protector de Beethoven,  el príncipe Maximiliano Francisco, que vivía en Bonn, tuvo que abandonar la ciudad a causa de la revolución proveniente de Francia. Dos años después (1794) deja de enviar el sueldo y la protección económica que le daba al joven genio.  Esto obligó a Beethoven  a convertirse en uno de los primero  compositores independientes de la historia. Que vivía de los encargos, actuaciones y la venta de sus obras. Una posición autónoma cuando aún el protectorado seguía vigente en miles de casos. Esta posición de no tener que rendir pleitesía a ningún mecenas, daba más libertad al genio para desatarse sobre las partituras. Tuvo que seguir tratando con los aristocracia vienesa, que en algunos casos también le brindaron amistad y ayuda al compositor en momentos difíciles. Cómo en el caso de los Swieten, Lichnowsky, Kinsky, Lobkowitz y un largo etc. Beethoven dedicó muchas de sus obras a ellos como gratitud al trato recibido.
    En sus primeros años Beethoven es considerado un joven virtuoso del piano, que empieza a despuntar como compositor. Justo un año después de su llegada a Viena, en 1793 y bajo la mirada de su maestro de entonces, Haydn, estrena sus tríos para piano - violín - violonchelo. Haciendo especial revuelo con el op.1 número 3, que dilucidad el nacer de un nuevo genio y el amanecer de algo nuevo.  La ciudad estaba huérfana de la gran figura de Mozart, que murió un año antes de la llegada del temperamental Ludwig. Los aristócratas, como los nacientes burgueses, querían una nueva estrella a la que adorar. Beethoven tuvo que pelear por hacerse notar como intérprete, incluso en batallas entre pianistas. Aunque por entonces su manera particular de tocar, enérgica, temperamental, de grandes acordes, hizo que marcara diferencias rápidamente. La fama propició que empezara a dar clases a los/las jóvenes aprendices de las familias más adineradas de por entonces. Algo muy común pues Viena tenía unos 6000 alumnos de piano, según Arthur Loesser, en aquella década. Y los que mejor pagaban, estaban destinados al mejor intérprete de la ciudad. Beethoven tuvo esa oportunidad. Que lo afirmaba, con tan sólo 24 años, como una de las promesas de su época.




    La sonata número uno opus 5 para violonchelo y piano de Ludwig van Beethoven, nace en 1796 durante la gira que realiza el joven compositor por Alemania y otras ciudades de Europa, como intérprete del innovador pianoforte. Tras su paso por Berlín dedica al rey de Prusia, Federico Guillermo II "el Grande", que también era un buen violonchelista, las dos primeras sonatas. Y se supone que fueron interpretadas por Beethoven al piano y el primer violonchelista de la orquesta del rey y su mentor en el instrumento, Jean Pierre Duport, al cual le debemos también una considerable evolución en la técnica del arco del instrumento y varios libros de estudios. Hoy en día se conserva el violonchelo de "Duport", que es del famoso A.Stradivari, que lleva el nombre del intérprete. Dicho violonchelo tiene la anécdota de llevar marcado los arañazos de las espuelas de Napoleón, que una noche, años después de la visita de Beethoven, llegando de montar a caballo, haría el amago de intentar tocar el instrumento del famoso violonchelista ( no con mucho éxito, como se recuerda ).
     La Importancia del violonchelo creció bastante en el siglo XVIII gracias a solistas como Boccherini , Duport o Breval. Ninguno de ellos escribió para violonchelo y pianoforte. Antes su papel camerístico, era de bajo continuo. Aunque debemos decir que en los cuartetos Prusianos de Mozart, las melodías que deja a cargo del violonchelo, dilucidan ciertas posibilidades melódicas, poco vistas antes sobre el instrumento.
     Tras su regreso de esta gira, Beethoven, ya casi no saldría de Viena. Sería prácticamente su última gira como solista. A su vuelta le entregaría los manuscritos de las sonatas a su editor de entonces Dominico "Artaria", que fue el primero en apoyar y proporcionar una entrada de dinero, a través de las publicaciones, al joven compositor. Las publicaría en enero de 1797. 

     Ludwig Van Beethoven irrumpió en Viena queriendo mostrar sus nuevas ideas, rompiendo con alguna de los conceptos prefijados que se habían establecido en la música que se creaba en la ciudad. La sonata número uno, aunque es temprana dentro de la producción del autor, refleja ciertas rupturas aunque son más explícitas en la número dos. En la capital de la música se había establecido, de manera genérica, que los movimientos de cada obra se establecía en tres: Allegro, lento o andante y Allegro otra vez. Es sabido que esta idea proviene de Italia y sus compositores. Pues ya en este sentido el joven Ludwig muestra sus ganas de cambiar formas, pues las dos primeras sonatas no mantienen el movimiento lento entre los dos movimientos si no como sucede en la primera hay un primer movimiento lento que se enlaza con uno rápido o alegre y termina con otro más vivo aún. Sólo veremos la forma clásica de los movimientos, en la quinta sonata para violonchelo y piano. Algo bastante sorprendente pues el lenguaje de Beethoven evoluciona progresivamente en cada una de las sonatas. Dandole cada vez más importancia al violonchelo, además de representar dichas sonatas las tres etapas históricas de la vida del autor: las dos primeras la de la juventud, la tercera y la cuarta la madurez o heroica y la quinta el periodo tardío. En este primer periodo queda mucho de Haydn, incluso se respira en la interpretación de esta primera sonata un poco de Mozart. Pues la parte de piano no ha terminado de despegarse de los conceptos vieneses. Y la tonalidad de Fa Mayor parece resaltar esos conceptos históricos musicales. 
      El Adagio Sostenuto  y Allegro comienza con un unísono en los instrumentos. Abriendo así calurosamente la fraternidad sonora entre ellos. Demostrando que la unión es posible entre ambos. El Adagio es bastante largo comparándolo con un Adagio a la italiana. Es una gran introducción para desencadenar el Allegro vivace que se enlaza casi sin respirar entre cambios de tiempo. Por lo que el tema del allegro lo expone enseguida el piano, mientras que el violonchelo acompaña para retomarlo después él. Sin entrar en el análisis armónico, destaquemos que como en sus sonatas para piano, la exposición y la reposición de los temas, son tremendamente largas, mientras que su desarrollo es más bien corto. Añadiendo que hay una repetición para volver al principio, como buena forma sonata clásica, después de exponer el tema A y el B. Lo realmente curioso está al final de este primer movimiento dado que Beethoven parece no querer acabar o cerrar el movimiento pues en una coda final enorme, para el tempo con una cadencia que enlaza con un nuevo Adagio, que a su vez se precipita sobre un Presto que no cierra el movimiento pues primero deberá introducir nuevamente el Tempo Primo del Allegro que concluirá con gran energía esta primera parte. 
     El segundo y último movimiento es un Allegro Vivace, tiene la forma de Rondó, volviendo así al tema inicial de este una y otra vez. Es bastante sorpresivo pues está plagado de los cambios de carácter, típicos del compositor. Y aunque tiene momentos de extrema dulzura, la complementa la fuerza habitual del autor que a veces parece querer ya llegar a la intensidad dramática de obras posteriores. Al final de este movimiento hay un pequeño respiro expresivo con un breve Adagio que nos induce al final fuerte y en tempo que concluirá la obra. 




     En 1798 Beethoven viaja a Bonn y hace algunos cursos para conocer la obra de Goethe, Schiller o Kant. Entra en contacto con la idea Sturm und Drang , que empujaría hacia la nueva estética de la Restauración.

     Para nosotros es o fue un auténtico placer comenzar la obra de uno de los grandes genios de la historia. Pues aunque consideramos que las partes no están proporcionalmente repartidas, pues la partitura del piano está, prácticamente, al nivel de un concierto. Y el violonchelo muchas veces, de manera relevante sin duda, sólo apoya armónicamente los grandes solos del piano, pero la esencia del gran Beethoven prevalece en todo momento. Llevándonos de un extremo al otro de nosotros mismos con su música. Las obras del genio de Bonn son todas particulares. Y habernos puesto sobre el camino de sus inicios ha sido como conocerlo un poco más íntimamente. De igual gratitud fue leer todo lo que pudimos encontrar sobre la sonata. Para hoy compartirlo aquí. (Situar la obra y  conocer levemente su nacimiento, creemos que nunca está demás. Casi lo hacemos como ejercicio de reconocimiento al autor.)


     Dejamos un enlace a You Tube por si quieren oír nuestra versión de dicha sonata. Aunque esta vez es  sólo del Allegro Vivace del final: 



                               https://www.youtube.com/watch?v=OxvulB7nkLw


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