viernes, 28 de marzo de 2014

FantasieStücke Op.73 Robert Schumann para violonchelo y piano.

 " Nada bien hecho se puede lograr en una obra de arte sin entusiasmo "
 ( Robert Schumann 1810 - 1856 )  






     Schumann compone en febrero 1849 esta obra, para clarinete en la y piano. PhantasieStücke o " pieza Fantástica ", fue una manera más de enriquecer con un término una nueva era, que intentaba envolver al ser humano en un mundo nuevo lleno de conocimiento compartido, emociones y pasiones. Fantasía fue una palabra que  usaron mucho los compositores, dramaturgos, poetas y pintores románticos para señalar una obra intima, inspirada y personal. 



    Desde 1844 los Schumann se trasladan a Dresde, para intentar mejorar la salud de Robert  que un año antes había caído en una grabe depresión, que incluso le apartaría de la composición por orden médica. Esta ciudad era la capital del reino de Sajonia, que formaba parte de la Confederación Germánica. Una ciudad por entonces conformista y escasamente innovadora. Wagner sabía mucho de esto, pues vio cómo Tahnnhäuser fracasaba en 1845 y dos años antes,  El Holandés errante. Los habitantes de esta ciudad se resistían a admitir y comprender incluso las sinfonías de Beethoven por aquel entonces. Es por ello que músicos "modernos" como Schumann estrenarán muchas de sus obras fuera de la ciudad, a veces en algunas giras con su mujer Clara. En 1848 se extiende la revolución proveniente de Francia y que recorrerá toda Europa. El pueblo de Dresde también terminará por alzarse violentamente en mayo de 1849 pidiendo una reforma electoral e incremento de la justicia social. 


   Podemos deducir entonces que el ambiente en las calles el 11 y 12 de febrero de 1849, cuando es compuesta la pieza op.73, debía ser ya bastante tenso.  Aún así el momento creador de Robert Schumann es prolífico. Su estabilidad emocional se transforma en una euforia compositiva, debido a su conocido trastorno bipolar. De hecho no volverá a tener una época creadora como esta. Nacen Las Escenas del Bosque op.82, su Konzertstück para cuatro trompas y orquesta, también su Adagio y Allegro para trompa ( violín o violonchelo )  y piano, númerosas obras corales. El op.92-94-98-102 son obras que  vieron la luz en días. Había una clara motivación por conocer el mundo de la música de cámara y la sonoridad de cada instrumento más profundamente. Schumann ya había experimentado momentos de euforia a la hora de componer como este. Cómo en 1840 pero sabía muy bien también que es lo que sucedía poco tiempo después: la caída en la depresión y la melancolía. 
    En septiembre de 1849 deciden los Schumann ir a vivir a Düsseldorf esperando encontrar mejor futuro y una mayor estabilidad musical para Robert como director de orquesta.     





 Schumann tituló como Phantasiestücke varias de  sus obras. Inspirado por la colección de cuentos o relatos "Phantasiestücke in Callots Manier", "Piezas Fantásticas a la manera de Callot" ( 1814 ) de E.T.A Hoffmann ( 1776 - 1822 ), que fue entre muchas cosas dramaturgo y defensor del movimiento romantico alemán en algunos aspectos. Este se inspiró a su vez en las imágenes del dibujante y grabador del barroco francés, Jaques Callot. 1827 Robert con dieciséis años de edad, ya utiliza el término en  su Phantasiestücke Op.12 y las "Kreislerianas" op.16 ( 1838 ) para piano solo, que se publicaron bajo el titulo "Phantasien für das Pianoforte" . Destaquemos que el personaje Johannes Kreisler, principal inspiración de la op.16, sale en varios de los cuentos de Hoffmann. Y puede ser que Schumann viera en él, por su carácter maníaco depresivo en los relatos, alguna especie de reflejo personal que hiciera que las "Phantasiestücke in Callots Manier" le gustaran especialmente. Algo relevante a tan temprana edad. Esto es una muestra de la influencia de artes entre sí que existía en la época. Es por ello, o es lógico que todo culminara con la concepción wagneriana de la Gesamtkunstwerk ( "obra de arte total" ).




     En el Phantasiestücke op.73, cada movimiento está construido en forma de Lied o   "canción alemana", con coda al final de cada uno de ellos. Es intensamente lírica aunque las melodías son algo asimétricas, no resolviendo siempre en la partes fuerte del compás. Consiguiendo en los breves unísonos elevar la expresión de cada frase. Cada movimiento exige un aumento proporcional de la velocidad dando así distintos énfasis a la interpretación. Además de ir enlazados sin interrupción por la anotación al final del primero y el segundo de "attacca".

    En el primer movimiento escribe Schumann: " Zart une mit Ausdruck ", " Tierno y con expresión ", como nota para señalar el tiempo que debemos tomar. De ahí que las diversas versiones que hoy en día podemos encontrar den resultados tan dispares como parecidos. Pues de los tres movimientos este puede resultar el más personal. 
    En el segundo se lee: " Lebhaft, Leicht ", " Vivo y ligero ",  la pregunta-respuesta entre instrumentos se suceden. Mientras que en el primer lied se acompañan las melodías, el segundo es un diálogo constante, casi como una pequeña discusión pero en tono pueril, acentuado por el tono mayor. 
     El tercer y último movimiento se anota: " Rasch, mit Feuer ", " Rápido y con fuego ". El leguaje evoluciona a un lirismo trepidante donde los arpegios en la mayor se suceden, mezclando respuestas fulgurantes que exponen el romanticismo más pasional de todos. Una parte central en la menor airea la tensión no resuelta del principio y sin cerrar la frase vuelve a la carga con el tema en la mayor, que se precipita hacia una coda cada vez más rápida, o como pone Robert Schumann en dos ocasiones: "Scheneller".

   Esta obra tuvo varias correcciones, que podemos encontrar en su manuscrito, que demuestran la falta de seguridad en la culminación de esta pieza incluso en la publicación de ésta en julio de 1849. Schumann dispone la opción de que dicha partitura también sea tocada al violonchelo o a la viola, pues aunque el logro sonoro al clarinete es notorio, presupone que la sonoridad de dichos instrumentos son factibles para la culminación de los tres movimientos. Muchos compositores se inspiraron en este "Phantasiestücke" para escribir sus "Fantasías" para clarinete y piano, como: Gade, Gaubert, Nielsen etc.

     El carácter o estado de ánimo de Schumann se traslada perfectamente a sus obras, es casi una demostración constante de si mismo.  Cuando interpretamos por primera vez su Phantasiestücke Op.73 tuvimos los dos la misma sensación al final del concierto: de habernos visto psicológicamente dentro de una montaña rusa. Cada uno de nosotros había interpretado otros de sus opus a lo largo de su carrera pero fue en este en el que concebimos la noción del verdadero Schumann. Tal vez por la energía que emana desde un principio, tal vez por el amor que se desprende. Lo que si se percibe es la delicadeza y la precisión de carácter que hay que darle a cada nota. Pues cada una de ellas parece pura inspiración divina que no puede menospreciarse.    

     Les dejamos un enlace de nuestra interpretación de esta obra en el Paraninfo de la Laguna hace dos años: 

https://www.youtube.com/watch?v=HKahb4H7N14 










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