domingo, 16 de marzo de 2014

Siete Canciones Populares de Falla. Para violonchelo y Piano.


" La excelencia de la melodía andaluza natural, queda patente por el hecho de ser la única música que los compositores extranjeros emplean de manera abundante" ( Manuel de Falla 1876 - 1946 )



    Cuando decidimos tocar las "sietes canciones populares" de Manuel de Falla, estábamos buscando algo que nos resultara fácil de trabajar, que no tuviéramos la dificultad de comprender y montar ¡Qué ingenuos! Lo cierto es que aún hoy, teniendo claro muchos aspectos de como queremos interpretar la obra, se nos abre el abanico de posibilidades cada vez que la ensayamos. Pues la música española es de carácter y de honda sensibilidad. Por lo que las posibilidades sensitivas en la ejecución son innumerables a la hora del concierto. Pero expliquémonos más concienzudamente sobre la obra y nuestra ejecución. 

    Las sietes canciones populares para voz y piano, son para nosotros, violonchelo y piano, en realidad seis ( no por decisión nuestra como ahora explicamos ). Fueron compuestas finales 1913 por Falla, en París y  estrenada en el Ateneo de Madrid, 15 de enero de 1914, tras su retorno por el estallido de la primera guerra mundial que empujó la vuelta del compositor a España. Esta "Suite" recopiladora de siete melodías de las distintas partes de la geografía española, omite en la versión instrumental la  "Seguidilla Murciana ". Tal vez, porque la primera transcripción realizada y autorizada por Falla en 1925,  en manos del violinista Paul Kochanski, ( uno de los grandes virtuosos del momento, dedicatorio de algunos conciertos como el número uno de Prokofiev), no contiene dicha transcripción. Y de esta, la autorizada editorial francesa Durand, realiza la adaptación para viola y violonchelo, que corrió en mano del violonchelista virtuoso y profesor del Conservatorio de Paris Maurice Merechal, presentándolas como "Suite Populaire Espagnole".

    No sabemos a ciencia cierta que impulsó a Kochanski no realizar la transcripción para violín de la "Seguidilla Murciana" pero podemos deducir que tal vez la extrema brevedad de este melodía ( que en versión instrumental, a tempo normal puede rondar los 0'45" segundos como máximo ) hizo que se replanteara la importancia de ésta, en la época. Pero hoy en día ya  se interpreta dicha seguidilla simplemente con la partitura original para voz y piano.

    De las sietes melodías de Falla algunas son completamente de su propia autoría y otras basadas en el cancionero popular.



    Las seis canciones son publicadas en este orden:
"Paño Moruno", " Nana ",  " Canción " , " Polo ", " Asturiana " y " Jota ".
No necesariamente se deben interpretar en este orden.  De hecho casi todo los interpretes lo varían a su antojo. Nosotros lo hemos hecho también pero sólo dejando Polo para el final. También hay quién se ciñe a la decisión del orden de la editorial. Particularmente creo que nadie tiene objeciones a los cambios. 

Como comentamos anteriormente, las siete canciones no son la reconstrucción de melodías españolas o su re-armonización como le aconsejaba hacer con la creación de una música nacional, Felip Pedrell, el maestro de Falla en Barcelona. Manuel de Falla toma las melodías española-gitanas como inspiración o fundamento para crear sus canciones. Así sucede con en el  "Paño Moruno" ( o morisco ) la "Asturiana", la "Nana" o "Canción" . Mientras que en la otras dos canciones, la "Jota" y "Polo" sus bases están más dentro del propio Folclore .  
La " Jota " es de las canciones la más enraizada con la melodía y la estructura tradicional, en su caso a la Jota aragonesa . Mantiene el tono mayor, el compás ternario y la introducción que precede al canto. El violonchelo se dedica a cantar los versos y el piano a seguir o contestar, como las rondallas o agrupaciones instrumentales, al cantante. Obviamente Falla enriquece las partes modulando brevemente al relativo tono menor y también  rectificando las melodías de la típica Jota Aragonesa. Escribiendo dinámicas más sensibles o incluso dando una escritura de más velocidad para darle ligereza a la pieza. La jota aragonesa recita coplas tradicionales  ya escritas, pero se cantan con la temática en función de las circunstancias, las fiestas, la virgen, el pueblo al que corresponde dicho momento etc
Casi con un aire improvisatorio o bastante narrativo,  poco formal. Desde esta manera abarcamos nosotros su interpretación. Desde la manera más narrativa posible. Respetando la introducción y la parte central.

    El otro baile importante es el Polo. Que también mantiene el compás de 3/8 tradicional en tono menor. Como en el baile, la introducción en forma de lamento que estaría introducida por la guitarra y acompañada por castañuelas, palmas o taconeo , en esta ocasión todo lo representa el  piano. La voz del chelo es eléctrica y apasionada. Aunque Falla escribe tesituras de piano para cerrar las frases del violonchelo. Nosotros buscamos el color más hondo de la voz gitana manteniendo el fuerte y dramatizando los pequeños calderones. Moviendo más los ritmos escritos para naturalizar el canto en el violonchelo. Aunque es una de las canciones más breves sin duda, por caracter, es de las que está más impregnada al color musical español.

    En definitiva es un placer tocar esta obra. Pues apasiona, conmueve, traslada o baila entre melodías y armonías que llevamos en la piel . Y no deja de ser una obra representativa de los sonidos de España. Tanto para voz o instrumental, creemos que posee ese lenguaje sensitivo del mundo gitano. Y que muchas veces queda ausente por la disciplina o el respeto a la partitura. Es posible que lo mejor de la música en esta pequeña "Suite Espagnole" está fuera de la grafía. Pero eso es otro cantar.


   


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